sábado, 13 de marzo de 2010

Antecedentes

Siempre tuve una gran nariz. Gran por su grandeza literal más que poética, la verdad. Igual, era mi nariz y como tal yo no solo la aceptaba sino que la llevaba con gran gracilidad. O al menos eso quiero creer. Total que mi nariz si bien distaba de ser perfecta, era mía, y siempre multipliqué por cero los comentarios de amigos y familiares, incluso cercanos, que me instaban a someterme a una rinoplastia. Honestamente no solo no veía la necesidad, sino que tampoco salía bien librada la operación en mi análisis costo beneficio.  Ponerme por primera vez anestesia general con todo lo que eso implica, como suero, quirófano, agujas, cosas horribles, completamente anti-naturales?  Por otro lado… No poder respirar? Tener tapones metidos en la nariz? Estar inflamada? Estar morada en toda la cara?  Estos bellos efectos por ene días, pues cada organismo es diferente, reacciona diferente, se cura diferente bla bla bla? Y todo esto para qué? Para tener una nariz más bonita?  Como yo lo veía, ya tenía una nariz, que funcionaba mejor que perfectamente, más sensible que el promedio a los olores, respiración 20/20, cero ronquidos, mejor dicho, ‘funcionalmente’ como luego aprendería, tenía una nariz regia.   Plásticamente estaba más bien hacia el lado de las águilas, pero el balance era muy positivo.

 

Total que un ‘buen’ día, en un incidente bastante desafortunado, al salir por una puerta de vidrio que estaba cerrada, inevitablemente me di un gran golpe que me rompió la nariz significativamente.  Lo que pienso ahora es que mi GRAN nariz (este gran es de cariño) se sacrificó y amortiguó el golpazo que porque dios es muy grande no hizo que el vidrio se rompiera y pasara mi vida en cirugía reconstructiva.  Mi nariz estuvo como siempre avanti, soportó con gallardía el duro golpe, y a pesar de su tamaño o tal vez por eso, sufrió daños irreversibles que estéticamente resultaron en una nariz aguileña grande Y desviada, o volteada, la verdad, y funcionalmente el tema es que no podía respirar por una de las fosas nasales. Y como solo hay dos, pues el daño era del 50%.  La verdad es que anduve con un micropore protegiéndome la cicatriz y delatándome ante el mundo como ‘herida’ o quizás ‘exhibida’ por un buen tiempo, y cuando hubo pasado el tiempo en el que el cirujano de urgencias me explicó, tardaría en desinflamarse la nariz, decidí acudir donde un experto en el tema, sobre todo porque temí por  los efectos degenerativos que una falla del 50% de la respiración pudiera ocasionar en forma de ronquido sobre mí, y por esta vía sobre mi relación de pareja actual y futura. 

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