domingo, 21 de marzo de 2010

Día D + 9. Postoperatorio Día 9

Bueno, sigo con la nariz inflamada, es un sentimiento difícil de explicar porque la nariz parece haber perdido sensibilidad, me toco y es como si tocara algo encima de mi nariz pero no mi nariz directamente, extraño. Por otro lado, es evidente que está inflamada, sobre todo arriba de la boca.  Cuándo me río es incríble la falta de naturalidad que demuestro...

Sigo con morados en los pómulos y en los ojos.  De hecho se me han ido bajando ahora que no tengo micropore y se ven mejor.  Aclaro:  se ven más, no es que estoy mejor.  Intento cubrir los morados con la técnica que me recomendaron en la tienda de maquillaje:  naranja, base, polvo blanco... pero como todo, tiene su ciencia, que lamentablemente aún no domino.  Si no quedo como una muerta, quedo como una muerta con los pómulos naranja.

Otros damnificados no anticipados de la rinoplastia:  los poros.  Se ven a un metro de distancia. Voy a esperar a que se me bajen los morados y se me desinflame la nariz para aplicar correctivos.  Otra consecuencia no anticipada:  La nariz se pone grasosa... bastante grasosa. Literalmente brillante.  Hay que usar astringente para neutralizarla.  Quién sabe cuánto tiempo duren estos efectos colaterales altamente indeseados. 

Por todo lo anterior, entenderán que muero de ganas por volver a la oficina!  Estos días estoy actuando como si tuviera un tinieblo.  Voy a los centros comerciales más equis de toda la ciudad, a las zonas y tiendas más equis que pueda encontrar, para minimizar el riesgo de encontrarme con alguien conocido en este estado.

Para completar el cuadro, no puedo respirar por la nariz. Paradójicamente me operé por no poder respirar por una nariz y ahora no puedo respirar por ninguna de las dos... Definitivamente el postoperatorio de una rinoplastia, a pesar de los médicos intenten normalizarlo y desvirtuarlo, no es tan trivial.

 
Niveles
Dolor de garganta           2
Dolor de cara                 0
Hinchazón de cara          3
Hinchazón de ojos          2
Morados en cara             5
Morados en ojos             4
Hinchazón de nariz         

Dia D + 7. Retirada teórica de la férula y de los puntos.

Llegó el día de volver a ver al doctor para retirar los puntos y la férula que protege la nariz.  Momento en que por primera vez se ve la nariz después de la operación!

Bueno, yo que nunca había sido operada, me imaginaba que la quitada de los puntos era un trámite, un pequeño jaloncito del hilo y ya estaba... cuando me partí la nariz (origen de mi septoplastia) no recuerdo siquiera cuándo me los quitaron.  Esta vez, el procedimiento fue punto a punto... yo me imaginaba de verdad una costura de un pantalón, pero parece que lo que hacen es que ponen y aseguran cada punto, de forma tal que para removerlos es con tijeritas y uno a uno...  Súper cómodo y natural!

Total que como soy bien gallina, el resultado es que sigo con por lo menos 3 puntos en cada nariz, pues me impresioné mucho con el procedimiento... antes del próximo control deberé tomar valeriana.para salir triunfante del consultorio!

La nariz... bueno, está bastante inflamada, parece una salchichita. Quedé contenta de ver que quedó recta, me impresionó también que el médico me dijo que los huesos tienen memoria, y que como yo tenía la nariz desviada, se intentaría desviar y debo empujarla con mi dedo por 5 minutos 4 veces al día, como mínimo. Yo que pensaba que era pasar por el quirófano y ya!!!! Estoy leyendo ahora blogs de personas que hablan de al menos 1 mes para ver la nariz desinflamada, vamos a ver.

Sigo amoratada, de hecho ahora que me quitaron la férula se pueden ver mejor los morados, tengo hasta dentro de los ojos, gracias. Entenderán que es difícil salir a la calle, pero ante la cruda realidad y necesidad de volver a trabajar... fui a comprar maquillaje profesional.  Los morados se cubren inicialmente con un corrector naranja que los neutraliza, encima base y encima polvos blancos! La verdad es que queda uno como un travesti, pero se disimulan los morados. Llama menos la atención alguien súper maquillado que alguien a quien parezca que su conyugue le pegó... De hecho, cuando fui a comprar el maquillaje, por supuesto en un sitio público, le expliqué a varias personas que se quedaron idiotizadas mirándome, que mi novio me había pegado... pero que como yo lo adoraba lo había perdonado. No tengo aún un cuento para cubrir el maquillaje de travesti pero seguro algo se me ocurrirá.

La garganta sigue maltrecha, pero con dieta blanda se me va mejorando.


Niveles
Dolor de garganta           6
Dolor de cara                    0
Hinchazón de cara          3
Hinchazón de ojos         3
Morados en cara             5
Morados en ojos             5
Hinchazón de nariz            8

lunes, 15 de marzo de 2010

Día D+3, Postoperatorio Día 3

Hoy estuve ciertamente mejor. Mejor de ánimo y mejor físicamente, lo cual, reitero, no es difícil. El día no prometía porque el dolor de garganta no dio tregua, me levanté directo a buscar el bendito remedio para la garganta, que la verdad es solo eso: un remedio. Quién sabe cuál sea la cura.

Sigo teniendo los ojos bien morados, todavía me veo maquillada por un pre-escolar aunque ya no gótico, pero aún pre-escolar. La hinchazón se me ha ido bajando con lo cual he recuperado la vista, honestamente el sentimiento pre-explosión que me acompañaba ya ha ido mermando, pero me sigue pesando la cara, en total creo que me he subido cinco kilos, todos en la cara, 80% en los cachetes.  Entenderán por qué las visitas siguen terminantemente prohibidas.

La asistente del médico me recomendó ponerme pañitos de agua tibia con vinagre, y honestamente todo lo que me digan que sirve yo me lo tomo o me lo pongo, o me lo unto. Tuve que pedir un nuevo remedio para la garganta que de verdad no solo no da tregua, sino que pareciera comportarse como un hijo bastardo que ha sido siempre desdeñado, pero que de pronto ve la oportunidad de vengarse. Y disfruta cada minuto.

Para este enfant terrible el médico me recetó un narcótico, codeina, un derivado del opio por lo que pude establecer gracias a Wikipedia, y ha funcionado. Sin embargo, el simple acto de tragar sigue siendo complicado.

Hoy tenía un sentido del gusto, si bien diezmado, al menos mayor que cero. Exactamente lo mismo puedo decir del sentido del olfato.  Definitivamente el slogan de alcohólicos anónimos 'Un día a la vez' hace más llevadero el post operatorio de una septorrinoplastia.



Niveles

Dolor de garganta 9
Dolor de cara 0
Hinchazón de cara 9
Hinchazón de ojos 9
Morados en cara 7
Morados en ojos 9

domingo, 14 de marzo de 2010

Día D+2, Postoperatorio Día 2

Tal vez mi cerebro se acostumbró a verme así y por eso hoy fue algo más llevadera la combinación de hinchazón con morados, sobre todo en los ojos. Creo que hoy estuve algo mejor que ayer, lo cual no es difícil realmente, me parece de hecho que los morados se me han ido bajando un poco. Tengo ahora la nariz más inflamada, pero los pobres ojos siguen siendo los mayores damnificados de este proceso, y por ende el cuadro de mi cara es ciertamente desagradable, de hecho no me asomo a las ventanas para no asustar a los niños.

Lo que sí recobré hoy fue el dolor de garganta, no sé por qué, pues seguí el tratamiento indicado. Independientemente pude comer mejor, aunque sigo  intentando una dieta blanda abundante en helado que por supuesto no me llevará a nada bueno.

No he recobrado aún el sentido del gusto; siento, menos que ayer, que la cara se me va a explotar y sigo pareciendo un mapache.  Pero creo que mejoré un 5% frente a ayer, y 5% es mayor que cero, y adicionalmente he tomado valeriana para apaciguar los malos ratos, con lo cual el balance de hoy es mejor que el de ayer. Pero repito, no es difícil.  Espero mañana estar mejor, pero no sé si un día el turno es para la garganta, el otro para los morados, y  así en adelante. Amanecerá y veremos, literalmente.

Niveles
Dolor de garganta           9
Dolor de cara                    0
Hinchazón de cara          8
Hinchazón de ojos          10
Morados en cara             7
Morados en ojos             10

sábado, 13 de marzo de 2010

Día D + 1, Postoperatorio Día 1

Honestamente no sabía a lo que me le estaba midiendo. Mejoré un poco de la garganta pero aún tenía serias dificultades para pasar saliva, me levanté a cambiarme la gasa que recogía la sangre que goteaba de la nariz (que tal el cuadro!!!) y ví de verdad un monstruo. Tal vez el mismo que vi en la madrugada pero ya a la luz del día era ciertamente menos agradable. Adicional a lo anterior, tenía el oído tapado y sentía que la cabeza se me iba a explotar, no del dolor, sino literalmente, y por la hinchazón.  Tenía los ojos morados como si me hubiera maquillado un pre-escolar gótico, pequeños como si fuera un bebé de seis meses, ensangrentados por dentro y por fuera, realmente impresionantes. Era un monstruo.  Recordaba haber visto en algunos foros de internet gente que comentaba su gran arrepentimiento por someterse a semejante cosa, y recordaba como otros cancheros replicaban comentando que eso pasaría y que los resultados les harían olvidar tanta desdicha. Dios los oiga.
La hinchazón y el amoratamiento inicial cedieron ante un nivel aún mayor de hinchazón y amoratamiento que solo me daba ganas de llorar. Pero, reflexionando, si lloro que pasa? Se me hinchan más los ojos, y bueno, el palo no está para cucharas. Decidí encerrarme en el cuarto que mis padres dispusieron para mí, les rogué que por favor pidieran a las tías abstenerse de visitarme, no contesté el teléfono ni a los amigos más cercanos, honestamente el ánimo estaba por el suelo, y bajaba cada vez que me veía en un espejo.  Para completar el cuadro, los ojos tan inflamados ciertamente merman la visión, por lo que de los cinco sentidos tenía 2,25: 1 de tacto, 0,25 de gusto, 0,5 de oído, 0 de olfato, y 0,5 de visión.  Genial! Si, realmente no fue un buen día.
Decidí ponerme hielo cada hora y media, cosa que no hice el día anterior por mera desidia, y que seguramente incidió en mi conversión a monstruo del día de hoy.  También decidí tomar agua de caléndula, que parece que desinflama, me seguí tomando el remedio para la garganta y mejoró al punto que pude comer pan y tomar algo de sopa (que tal la mejoría).  Me bañé solo a las 6 pm, me cambié la sudadera y me puse a buscar por internet testimonios de gente operada de la nariz que hablara de su primer día.  Si bien todos mencionaban los ojos morados, creo que el récord guiness del amoratamiento me lo llevo yo. Nunca lo reclamaré porque me niego a ser fotografiada en este estado.
Van a ser las 11 pm y temo dormirme porque se como es dormir con la boca abierta, y porque no sé qué esperar de mañana.
Niveles
Dolor de garganta           8
Dolor de cara                    0
Hinchazón de cara          8
Hinchazón de ojos          11
Morados en cara             8
Morados en ojos             12

Noche del Día D

Me venció el sueño pero dormir dormir, lo que se dice dormir… Recordemos que tenía la garganta vuelta nada con la entubada, y digamos que dormir con la boca abierta no es muy hidratante, con lo que una buena noche no pasé. Para completar, en un momento me levanté al baño y me ví como un verdadero monstruo, con los ojos hinchados, inflamados y morados, realmente ensangrentados, al borde de explotarse. Recordé que el médico me había recomendado no mirarme al espejo y rápidamente entendí por qué.  También entendí por qué nadie hablaba de la garganta:  los pacientes de rinoplastia mantienen la perspectiva y ante la hinchazón y los moretones, realmente el tema de la garganta es para algunos secundario.   Para mí en realidad todo era primario, volví a la cama, añorando el efecto del Xanax y resignándome a hacer un balance del día: la operación es un paseo, pero el post operatorio es un infierno. En cualquier caso ya que, nada que hacer, más que ponerse hielo, tomar Traumeel  y esperar. Porque que.

Niveles

Dolor de garganta           12

Dolor de cara                    0

Hinchazón de cara          7

Hinchazón de ojos          8

Morados en cara             7

Morados en ojos             8

Tarde del Día D

In crescendo el dolor de garganta, la inflamación, y el moretón. Resulta que a uno lo entuban para poder respirar durante la operación, y parece que quién hizo los honores era ex – conductor de buseta porque con el mismo cuidado con que manejaba por la décima insertó el tubo dentro de mi tráquea. De verdad me dejó malherida.   Gracias a los efectos de la anestesia y el Xanax a comienzos de la tarde pude comer, como a enfermo que se respete se me llevó helado, tomé líquidos, y mientras tanto el dolor de garganta se iba haciendo cada vez más insoportable.  Básicamente no podía ni siquiera ejecutar un acto tan simple en la vida como pasar saliva. Compré las existencias de pastillas Vick de cereza, con lo que pude comprobar una vez más que la ley de los rendimientos marginales decrecientes existe y tiene sentido, pero en algún momento dejaron de actuar. Entonces llamé al médico para pedirle lo más básico que se le puede pedir a un profesional de la salud: un remedio. Me dio la fórmula, lo pedí a la farmacia y esperé pacientemente a que me lo trajeran, mientras buscaba en google ‘garganta rinoplastia tubo’ para ver que decían otros igual de poco favorecidos a los que les hubiera pasado lo mismo. Nadie destacó el tema de la garganta como lo peor de la operación, debo decir. Finalmente me trajeron el remedio, lo ingerí y me dediqué a esperar menos pacientemente a que actuara. Me venció el sueño antes.

Niveles

Dolor de garganta           10

Dolor de cara                    0

Hinchazón de cara          5

Hinchazón de ojos          5

Morados en cara             5

Morados en ojos             5

El Día D

Llegó el día D.  Madrugué, me lavé el pelo con doble shampoo tal como me recomendaron, llegué a tiempo a la clínica, me recibió una enfermera que me dio el kit operatorio que consistía en una camisilla, unas bermudillas, unas zapatillas y un gorro para el pelo. Todo de tela quirúrgica. Me cambié, me pasaron directamente a la sala de cirugía, insté a la enfermera jefe a ser muy suave con el tema del suero, lo fue, y luego en la camilla me pusieron varios medicamentos que me marearon, llegó mi cirujano, amablemente me saludó, se sorprendió de mi calma, elogié al Xanax y me mostró el diagrama de la operación (era perfecto, justo lo que quería), llegó el anestesiólogo, dijo ponme XXXX de XXX… Fueron las últimas palabras que oí.

Luego me desperté en la zona de recuperación, después de un plácido sueño, pero con dolor de garganta y sed, mucho dolor de garganta, mucha sed, y muchas ganas de irme. Como para mí la operación era eso, una sala de cirugía, una sutura, un escalpelo, y listo!  Cuán equivocada estaba!!! Las enfermeras me trajeron agua, el doctor pasó por ahí y me dijo que la operación había salido muy bien aunque tenía la nariz muy partida y la piel de mi nariz era muy delgada. Detalles! Para mí la operación se había terminado y ya me quería ir.  Las enfermeras llamaron a mis padres, quienes tuvieron que pagar mi cuenta pues en medio del Xanax nunca pensé en la necesidad de pagar el remanente de la anestesia y la sala de cirugía, por lo que no llevé ni a VISA ni a MASTER CARD. Salí triunfal en una silla de ruedas al parqueadero y me dirigí justamente a la casa  de mis padres donde convalecería por el tiempo necesario para mi recuperación.

Niveles (sobre 10)

Dolor de garganta           7

Dolor de cara                    0

Hinchazón de cara          3

Hinchazón de ojos          4

Morados en cara             3

Morados en ojos             2

Preparación

Fui donde el anestesiólogo con los exámenes que ordenó y respondí monosilábicamente a sus preguntas.   El veredicto del hombre es que yo gozaba de buena salud y que no tendría problema alguno con la cirugía.  Vale la pena recordar que esta sería la primera cirugía de toda mi vida, jamás me habían puesto suero, jamás había entrado a una sala de cirugía, todo jamás…  Dada mi evidente angustia, y ante mi solicitud directa, el doctor anestesiólogo me recetó un sedante para ser tomado la noche antes de la cirugía.  No obstante, intentó acudir a mi inexistente valentía advirtiéndome que él siempre exhorta a sus pacientes a enfrentar las cosas de la vida, sin calmantes, sin sedantes, mejor dicho, a palo seco.  Yo le respondí que a diario enfrento el tráfico capitalino y un nuevo jefe, y honestamente hasta ahí llega mi verraquera.  Le agradecí, agarré la receta para el Xanax y acudí donde mi cirujano nuevamente tal y como estaba estipulado. 

Yo estaba ciertamente muy nerviosa, le hice varias preguntas sobre la cirugía y sobre la anestesia, pues me angustiaba despertarme en la mitad de la sala de cirugía en pleno procedimiento sobre mi nariz.  Volvimos a ver las fotos,  encontré que el acuerdo al que habíamos llegado iba demasiado lejos pues me dejaría con una nariz mínima, volvimos a negociar, y esta vez su as bajo la manga fue: ‘yo te dejo así como quieres pero no le puedes decir a nadie que yo te operé’. Gracias.  Volvimos a llegar a otro acuerdo satisfactorio para ambas partes, me dio varias recomendaciones para prepararme para la cirugía y la anestesia, VISA pagó sus honorarios y partí en búsqueda del Xanax.

Debo decir que incluso antes del Xanax yo estaba muy tranquila. Tal vez demasiado tranquila. Como tenía en la memoria la recuperación del golpe en la nariz que desencadenó todo, y que fue bastante manejable, yo suponía que iba a ser algo parecido. Por otro lado, dado que me iba a operar con prácticamente el mejor doctor de Bogotá, no tenía nada de qué preocuparme…

El día anterior mi última comida como tal fue el almuerzo, de resto me tomé dos juguitos y un yogurt, para mitigar los efectos potenciales de la anestesia sobre mi organismo.  Mi última ingesta pre – operación consistió en una gratificante y esperanzadora pastilla de Xanax. 

Elección del Doctor

Decidí buscar primero dentro de las opciones ofrecidas por la medicina prepagada, pero como la verdad todos los nombres de las guías médicas se atienen al carisma que logre generar una combinación entre sonoridad, ubicación, para algunos apellido extranjero y para todos disponibilidad de agenda, elegí a un señor que tenía la doble condición de ser otorrino y plástico (que para mí era vital) y que además se hubiera tomado el tiempo de armar una página de internet con explicación de procedimientos y fotos antes/después.  Es lo mínimo con lo que un egresado de la facultad de medicina debería  contar.  Paralelamente, recibí  varias recomendaciones independientes  de varios ex - pacientes, sobre un otorrino/cirujano plástico que obvio no era de ninguna prepagada y por ende ‘cash only’. Buen cash.

Total que fui primero donde el famoso.  A ver que era la vaina. Le expliqué mi caso, mi golpe, mi cariño por una nariz grande, el miedo a ser operada, mi temor a quedar con una nariz de reina de belleza, etc. etc. El doctor me mostró los resultados de varias cirugías, de hecho reconocí amigos y conocidos entre sus pacientes (confidencialidad, qué gran concepto), y finalmente me despidió escribiendo en un papel la cifra que cobraba por honorarios,  tras decirme que yo era la paciente más complicada que había tenido (¡!!). ¡!!!! Por la cifra y por tildarme de complicada. ¡!!!!

Decidí probar también con el médico de la prepagada, quien más amable, me mostró también fotos de sus pacientes, me habló de una incapacidad rotativa de la que podría hacer uso a mi antojo, me dio unos documentos para presentar ante la compañía de salud prepagada y me habló de una cifra mucho más razonable para corregirme el tema cosmético, pues del costo de la parte funcional se encargaría en su completitud la prepagada.  Salí mucho más contenta, pues la palabra ‘complicada’ jamás salió en la conversación, y decidí en este momento operarme con este señor, pues al final un cirujano es un cirujano, el costo era significativamente menor, y obtendría la incapacidad que mi caso necesitase.

Pasaron los días y continué recibiendo mensajes de amigos y ex - operados sobre la importancia de un buen médico, sobre fulanita a quien la nariz le quedó horrible, sobre sutanita que le pasó lo mismo, sobre menganita que en cambio,  escogió un doctor excelente y quedó divinamente operada.  La verdad, viendo de primera mano los pacientes del primer doctor, y oyendo lo bien que hablaban de él y realmente coincidiendo con ellos en la importancia de no ponerle la cara a cualquier  galeno, por no decir gato, me decidí por el médico ‘famoso’.

Volví a su consulta, esta vez el hombre, mucho más amable, me dedicó otras tres horas durante las cuales vimos juntos narices de famosas operadas gracias a google, el hombre se tomó el trabajo de explicarme exactamente qué se había hecho quien, volvimos a ver mis fotos, y acordamos una nariz que eliminaba la giba y las características indeseadas de mi nariz, pero que a la vez la corregía y a él como profesional de la salud, lo dejaba tranquilo sobre el trabajo que iba a realizar. Porque ante varias de mis propuestas de corrección de nariz el hombre directamente me dijo que él no hacía ‘eso’, que mejor buscara otro doctor, que el honestamente no se iba a prestar para semejantes cirugías que me iban a dejar como un verdadero esperpento. Le salía yo a deber…
Por fin, acordamos la fecha, con cita en el anestesiólogo tres días antes.  ‘Pisé’ la sala de cirugía con un pago moderado pero importante, de manera que más reversa tendría un burro. Mi operación de nariz sería una realidad, y volvería a respirar como dios manda.

Antecedentes

Siempre tuve una gran nariz. Gran por su grandeza literal más que poética, la verdad. Igual, era mi nariz y como tal yo no solo la aceptaba sino que la llevaba con gran gracilidad. O al menos eso quiero creer. Total que mi nariz si bien distaba de ser perfecta, era mía, y siempre multipliqué por cero los comentarios de amigos y familiares, incluso cercanos, que me instaban a someterme a una rinoplastia. Honestamente no solo no veía la necesidad, sino que tampoco salía bien librada la operación en mi análisis costo beneficio.  Ponerme por primera vez anestesia general con todo lo que eso implica, como suero, quirófano, agujas, cosas horribles, completamente anti-naturales?  Por otro lado… No poder respirar? Tener tapones metidos en la nariz? Estar inflamada? Estar morada en toda la cara?  Estos bellos efectos por ene días, pues cada organismo es diferente, reacciona diferente, se cura diferente bla bla bla? Y todo esto para qué? Para tener una nariz más bonita?  Como yo lo veía, ya tenía una nariz, que funcionaba mejor que perfectamente, más sensible que el promedio a los olores, respiración 20/20, cero ronquidos, mejor dicho, ‘funcionalmente’ como luego aprendería, tenía una nariz regia.   Plásticamente estaba más bien hacia el lado de las águilas, pero el balance era muy positivo.

 

Total que un ‘buen’ día, en un incidente bastante desafortunado, al salir por una puerta de vidrio que estaba cerrada, inevitablemente me di un gran golpe que me rompió la nariz significativamente.  Lo que pienso ahora es que mi GRAN nariz (este gran es de cariño) se sacrificó y amortiguó el golpazo que porque dios es muy grande no hizo que el vidrio se rompiera y pasara mi vida en cirugía reconstructiva.  Mi nariz estuvo como siempre avanti, soportó con gallardía el duro golpe, y a pesar de su tamaño o tal vez por eso, sufrió daños irreversibles que estéticamente resultaron en una nariz aguileña grande Y desviada, o volteada, la verdad, y funcionalmente el tema es que no podía respirar por una de las fosas nasales. Y como solo hay dos, pues el daño era del 50%.  La verdad es que anduve con un micropore protegiéndome la cicatriz y delatándome ante el mundo como ‘herida’ o quizás ‘exhibida’ por un buen tiempo, y cuando hubo pasado el tiempo en el que el cirujano de urgencias me explicó, tardaría en desinflamarse la nariz, decidí acudir donde un experto en el tema, sobre todo porque temí por  los efectos degenerativos que una falla del 50% de la respiración pudiera ocasionar en forma de ronquido sobre mí, y por esta vía sobre mi relación de pareja actual y futura. 

Motivación de este blog

Ayer me sometí a una septorrinoplastia. Antes y ahora he encontrado muy útil leer por internet lo que cuentan otros valientes que se han sometido al mismo martirio. Por eso, para que los próximos pacientes sepan que no están solos, que esto ya lo vivió alguien, es que escribo este blog.  Por eso, y porque la convalescencia me obliga con demasiado tiempo libre.